lunes, junio 9

La novela como Evangelio


Ante el gran boom editorial y visual, de unos años para acá, de viajes a cachemira, códigos de pintores, denuncias de conglomerados secretos, malas cintas que retratan a grupos oscuros y oscurantistas, pareciera que la Fe antes digna de veneración y respeto ahora es un producto de los mass media. La creencia es punto de mercadeo, es una parte más de todo lo que se puede vender y comprar en la lógica fría del mundo enmarcado por el concepto material y capitaloide.


No podemos negar que es literatura barata (o cine, aunque tenga gran nómina por reparto), pues no tiene en sí misma ningúna complejidad en cuanto escritura profesional (o visión de director), pero que a fin de cuentas es "literatura que vende" (o películas destinadas a hacer dinero en taquilla). Al común de los lectores de bestseller, y de películas de cuarta, le apasionan las intrigas, conspiraciones, secretos y demás en donde la parte a vencer es casi siempre la Iglesia Católica, entendida como una perversa jerarquía de hombre malignos que se empeñan en fregar al mundo "escondiéndose" tras el mensaje cristiano.


Todo este tipo de charlatanería siempre me ha parecido de risa, y un buen negocio por parte de quienes escriben escudándose en el "deber de dar a conocer la verdad que los poderosos se empeñan en negar".


Me parece que estas mentiras, bien maquilladitas, están dirigidas a personas cuyo nivel en la vida de la fe es poco o nulo. Es preocupante, por el contrario, que no exista dirección y apoyo en la interpretación de estas lecturas; dicho sea además, que lo que es una novela, y por ende ficción y visión de una sola persona, tienda a considerarse el tratado más alto de teología por aquellos que nunca habían escuchado nada sobre dicha ciencia.


La supuesta verdad plasmada en formas rimbombantes y con giros de la trama predecibes, con empujes emocionales que arrasan el razonamiento, impacta más a la conciencia del hombre de nuestra época que la simple y llana Verdad. A fin de cuentas una expresión más del relativismo en el que estamos inmersos, expresión sinónima del más puro emotivismo que todo reduce a "gustar o no", he ahí nuestro dilema.


En este ámbito de "grandes publicaciones" aparece un libro que seguramente no estará en los primeros índices de ventas entre el gran público afecto a culpar de cuanto mal sucede a la "perversa Iglesia". El libro podría engañar al lector aficionado a dichas "obras magistrales" y generar un efecto contrario. Este libro no pretende destruir la creencia y la fe de las personas, pretende ayudarles a crecer mediante la narración de una historia que resume mucho de la naturaleza humana.
Además este libro supone, también como otros textos, un viaje interesante. Iniciamos en el Monte Carmelo y terminamos en la cueva donde se dió la asunción de la virgen María, pasando por el corazón conflictivo de la Europa de nuestros días. Si bien es importante mencionar que este texto es una novela contribuye a la difusión del mensaje cristiano en forma considerable. Y no es un libro para quienes se cuestionan su fe a un nivel infantil, sino para aquellos que están dispuestos a la madurez de la creencia que, paradojicamente, no se vive sin superar la duda sobre la propia existencia y sentido de vida en la total plenitud del orden creado.


El libro a mi parecer cuenta con varios niveles de reflexión:


  1. Cumple con contar una historia, cuenta con personajes, trama y antagonistas y aunque pareciera que uno será capaz de predecir los sucesos éstos lo envuelven a uno en forma inimaginable. Para mí ha sido algo más que una literatura aceptable pues me atrapó considerablemente, tanto que las más de 600 páginas en menos de 1 día y medio se esfumaron.
  2. Una reinterpretación de la lucha permanente entre el bien y el mal, mostrando siempre que el bien, como principio ontológico, se irradia en formas que superan la imaginación y caridad del ser humano.
  3. Un mecanismo de difusión del pensamiento católico en la actualidad. Mostrando lo que la Iglesia, expresándose por medio del Magisterio, la Tradición y la Sagrada Escritura nos ofrece para servir a Aquél que es la Verdad.
  4. Una interesante consideración sobre los signos de los tiempos en los que nos encontramos, en donde la Iglesia tiende a comprimirse cada vez más frente al secularismo y el laicismo recalcitrante imitando a los primeros cristianos y preparándonos para el momento en que los creyentes habremos de dar verdadero Testimonio de nuestra Fe. Y en ello, considero que esta novela es como el Evangelio, una "buena noticia" para ésta nuestra era.

Para a quien esto interese algunas recomendaciones:

A. O´BRIEN, Michael., El padre Elías, Un apocalipsis. Ed. Libroslibres., España., 2006., Trad. de Jordi Giménez Samanes. ISBN 10: 84-96088-52-9. /ISBN 13: 978-84-96088-52-8.

Para quien desee adquirirlo, le sugiero visitar la liga "Libros, Consultoría y Educación", que apare en mi sección "Lo que se merece que visites" (www.bookce.com).

B. Visita el site del autor, en Inglés. http://studiobrien.com/site/index.php

C. Visita un sitio no oficial, pero dedicado al autor y a la obra. http://www.elpadreelias.com/

Agradezco como siempre la deuda de un buen libro que he adquirido para mi admirado Alfonso. ¡Gracias por compartir siempre autores y propuestas tan interesantes!. Sigue trayendo a México joyas como ésta.



3 comentarios:

  1. suena muy buena la reseña, lo malo es q la lista de espera de libros va en aumento en mi escritorio.

    ya ando en el infierno con Dante jajaja.

    Saludos y siempre es bueno visitarte por acá!!

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  2. Se lee interesante de acuerdo a lo que comentas. Me llamo mucho la atención la editorial, no sabía que se distribuyera en México, es un muy bien tip.

    Un fuerte abrazo, Roberto

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  3. ¡Qué buena recomendación del libro! Es necesario volver a difundir una cultura cristiana inteligente, creativa, que pueda adquirir legítimamente un lugar de honor en el mundo intelectual.

    Un abrazo al Sampieri, a Betoman y a Galindez.

    Fernando.

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Lo mío ya fue, ¿tú qué dices?