jueves, enero 12

Lo que me depara 2012

Iniciamos un nuevo viaje. 2012 supone cosas, proyectos y actividades interesantes. 

Regularmente, en términos profesionales, Enero supone siempre planeación, estrategia, calendarios, presupuestos. No es un mes fácil, sin embargo lo relaciono mucho con la actividad del campo. Este es mi periodo de siembra, si lo hacemos bien, podremos cosechar en algunos meses. 

Siempre la novedad implica cambios, estamos por vivir algunos muy intensos en el terreno laboral; sé que exigirán mucho esfuerzo, uno mayor al hasta ahora emprendido, pedirán considerable compromiso y convicción cada una de las actividades, cada una de las tareas. 

Recuerdo siempre, cuando pienso en mi trabajo, aquél poema de La Cantera, de Wojtyla. (puedes ver la reseña en este increíble Blog sobre S.S. Juan Pablo II). Poco a poco se construye, con ritmo, con fuerza, con alegría, con cansancio, con dedicación, con esmero, a veces, incluso, con el hartazgo sobre la rutina. La labor de las manos, la actividad profesional, revela también la dignidad de las personas que la hacemos realidad.  Hace muchos, muchos años ya, utilicé la primera estrofa como incipit de un trabajo sobre conciliación de trabajo y vida familiar, me maravilla ver que aquellas letras son el ideal que persigo en términos de la influencia, que siempre es necesario cuidar, entre el mundo laboral y el mundo más íntimo y vital: ¡nuestra familia!. 

Pero también 2012 supone muchas otras cosas, en lo personal (los nuevos proyectos para impartir clase me han recargado las baterías), y en lo familiar (pienso en los tres años de Pablo, en el próximo año escolar para Ale, en la preadolescencia de Adrián y en su 1a. Comunión, en estos tres maravillosos años de matrimonio que estamos por celebrar, en fin, quiero disfrutar cada día definitivamente). 

¿No sé de dónde sacan, y se creen, que el mundo se acaba en este año? Hay tanto por vivir que sólo quienes han renunciado a construirse cada día pueden entregarse a fantasías apocalípticas trasnochadas.