viernes, octubre 19

Vuelta al origen


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La educación es un tema que a todos nos debería interesar y ocupar; la realidad es que esa idea es un bonito discurso. 

Muchos en mi País están preocupados por tan noble misión, algunos están ocupados y muchos, la mayoría diría yo, permanecen indiferentes. 

En mis clases, en mis actividades de capacitación, siempre he tenidocomo referencia la "Fábula de los Cerdos Asados". Hoy me permito traerla como referencia a este blog pues considero que es vital, urgente y necesario una vuelta a las cosas mismas, al origen. 

Puede verse la fábula aquí. 

Las escuelas, muchas de las que me toca atender en mi trabajo, y algunas que he vivido en carne propia, se preocupan por tantas cosas, actividades, festivales, pruebas, análisis, materias que aseguran integralidad que olvidan lo importante. La gran reforma educativa que necesitamos no es una reforma sobre el sistema y quienes a él pertenecemos sino sobre la orientación y trascendencia que damos a las acciones. 

En lo personal considero que una manera de fortalecer el proceso educativo desde las edades más básicas atraviesa por el dominio de la lengua y de las matemáticas. Si orientamos nuestros esfuerzos a una comprensión cabal de estos dos universos, me parece, y agregamos la motivación oportuna, lo demás se dará por añadidura. 

En la educación sucede lo que el Evangelio nos anuncia: "al que es fiel en lo poco se le concede más". 

Y tú, ¿cómo consideras que podríamos mejorar la educación?



jueves, octubre 11

La posibilidad siempre presente



El camino de la Fe es ciertamente el camino de cada hombre, la Fe es personal y es comunitaria; aparece, de manera velada en ocasiones o de claro encuentro en otras, con la donación, con la aceptación del regalo que en sí misma representa. Ha dicho hoy Su Santidad, en la inauguración del Año de la Fe, que necesitamos revitalizar nuestra Fe ante la "desertificación espiritual", nos dice, ante la difusión del vacío y del sin sentido que produce la negación de Dios y y su obra salvífica en nuestra vida.




El Año de la Fe, iniciará a partir de hoy y concluirá en 2013, en la festividad de Cristo Rey del Universo; será una invitación constante a que cada uno de los fieles, de los creyentes, puedan dimensionar su propia experiencia y potenciar su posibilidad de hacer realidad el Encuentro, pues eso debe ser el centro, con quien nos llama, día a día, a seguirle y convertirnos en pescadores de hombres. Ante un panorama, como el de nuestros días, es lícito preguntarse cómo, ahora, en este momento y en esta coyuntura, podemos seguir lanzando la red al lado de la barca. No es fácil el abordaje y es grande la empresa.

¿Cómo revitalizar la fe de las personas y de las comunidades cristianas y no cristianas? Es una pregunta válida y urgente de respuesta, tanto comunitaria como personal.

A la par de esta inauguración solemne se celebra en Roma una importante reunión, un sínodo, que tiene por tema principal “La nueva evangelización para la transmisión de la Fe Cristiana” y sus conclusiones, a partir de las participaciones, propuestas, análisis y reflexiones de los Padres Sinodales (puede verse la lista de participantes aquí) serán de gran relevancia pues nos permitirán descubrir caminos acordes a los instantes que configuran al hombre de hoy. Mientras los trabajos del sínodo nos permiten obtener productos concretos que guíen la renovación y la presentación actual de la Fe que en sí misma siempre es actual, me parece que es importante trazar un camino personal. ¿Qué puedo hacer yo por esta gran misión a la que nos convoca el sucesor de Pedro en nombre de Aquél a quien representa?

En lo personal, creo, y vivo esta solemnidad, como la invitación a trazar una vida más sencilla, más apegada a los ideales y a los valores cristianos, una vida que sea invitación a un estilo particular. No me será fácil, mis debilidades son muchas y no pretendo asumirme como modelo para otros; tan sólo quisiera reflejar la luz de la alegría del Encuentro que ha trazado mi vida, que la ha configurado de tal modo que la hace posible. Una vida sencilla, de profundidad intelectual y espiritual, apegado a la oración y a los sacramentos, debe ser el comienzo de una mejoría en las diferentes dimensiones que configuran mi vida. Este año de la Fe, es la posibilidad siempre presente de la conversión. Es la posibilidad siempre presente de la renuncia a lo que me aleja de mi humanidad. Es la posibilidad siempre presente del reconocimiento del significado pleno de saberme Hijo de Dios.

Humildemente ofrezco mi esfuerzo, dentro de mi ámbito de acción, por ser un mejor cristiano con mis colaboradores del trabajo, con mis alumnos, con mi amigos, con mi esposa, con mis hijos. ¡Creo que Dios no ha muerto, contradigo abiertamente el desapego de lo trascendente que sella, con supuesto carácter indeleble, la vida de estos tiempos!. Porque vale la pena iniciar una cruzada espiritual que, espero, a otros anime, hoy más que nunca asumo mi Fe y pido humildemente a Dios me regale la oportunidad de incrementarla.

Y tú, ¿cómo vivirás tu Fe en los próximos días?

A quien esto interese le presento:
La homilía de Su Santidad (texto)
El inicio de la homilía  Su Santidad (en video)

viernes, octubre 5

Del abordaje y de pendientes como leones

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"La nave viajaba tranquila", pensaba el capitán. Poco oleaje, nada daba indicios de riesgo o tormenta. La vista fija en el horizonte. Todo cambió, sin embargo, pues en un abrir y cerrar de ojos el panorama fue otro; la rutina, que se había acercado silenciosamente por la borda ponía en alerta a sus tropas para conquistar, en un asalto rápido y certero, el ritmo de publicación en este blog. Cuando más esfuerzo se había hecho en colocar una nueva entrada en forma semanal, el asalto de rutina de los mil y un pendientes, me dejo pasmado. No hubo manera de reorganizar las fuerzas de defensa y ataque hasta este momento en que, me es posible, justo y necesario, trazar de nueva cuenta el mando al timón. La rutina pendenciera se retira al llegar a un oleaje más favorable. Emprendemos de nuevo el viaje semanal, esperando mayor ritmo dentro de todo el universo de pendientes que, bien lo sé, intentarán el abordaje al primer descuido o confianza excesiva. No sólo habrá que tener la vista en el horizonte, sino que es preciso no perder de vista la perspectiva de babor y de estribor. 

Creo que la experiencia de ser acometido por pendientes, muchas veces mínimos detalles pero que llegan en jauría,  es una de las situaciones más difíciles del mundo laboral. Momentos de "saturación" debe vivir tanto el arquitecto como el médico, es cosa relacionada a la profesión en sí misma considerada en la dinámica laboral que nos impone el mundo de hoy. Ritmo, prisa, conectividad, eficacia, eficiencia, acierto, dimensión multitarea. Todo exige el máximo compromiso, la más alta urgencia. Verdaderamente si no tiene uno cuidado los pendientes hacen motines, provocan revueltas y alteran el orden; ¡se meten hasta la cocina!. La capacidad de organización es un elemento fundamental para el trabajador de estos tiempos, probablemente mucho más que en épocas pasadas. Pensemos únicamente en el horario laboral, antes era firme ahora se revela con límites difusos y que parecen hacer ósmosis, como las células, con la vida personal, familiar, social, académica y espiritual. 

Si bien soy una persona un cuanto tanto desorganizada, quien ha visto mi escritorio de oficina, lo sabe, siempre he procurado tener un orden en los proyectos y en las actividades. Para mí este semestre ha significado mucho en términos de malabarismo y me he tenido que estrenar como un pulpo humano capaz de mover hilos en circos paralelos de tres pistas cada uno, ¡si tan sólo cobrara por la entrada para ver este penoso espectáculo otra sería mi suerte!. Siempre me había quejado de que el tiempo no me alcanzaba; ¡iluso de mí!, no sabía lo que era vivir lo que ahora vivo: ¡ni siquiera encuentro a veces tiempo para pensar en mi tiempo!. La saturación de pendientes y actividades se parece mucho al cáncer, nos va infestando, lentamente, mañosamente diría yo, y cuando encuentras los primeros signos, sucede a veces, que el mal está tan difundido que el tratamiento debe ser lo más agresivo posible. La agenda debe imponerse al desorden, el problema es a veces construirla adecuadamente. 

No crea mi único lector, pues seguramente perdí a los otros dos en el camino varado de estas dos semanas, nota mental: ¡habrá que recuperarlos!, que me quejo. La verdad es me que gusta experimentarme activo. Pero veo este escrito como el desahogo necesario en la labor de acomodar mi ganado de pendientes en el corral correspondiente. Algunos pendientes, más dóciles que otros, acuden bajo mis órdenes a acomodarse donde les corresponde; otros, exigen de mí el sombrero de copa, las botas de charol, el saco rojo con galeones dorados, y la mano firme en el látigo. ¡Hay que mantenerlos a raya y en la jaula!

Por mi parte espero algún día tener una relación con mis pendientes como este individuo, considerado el mejor domador de leones del mundo, la tiene con estos "inofensivos" animales. ¿Será posible? Ya les iré contando por el camino. ¡Hasta la próxima semana!